Segundo día

El segundo día, nos levantaremos pronto y nos veremos en el restaurante del hotel a las ocho. Allí nos ofrecerán una amplia variedad de platos entre los que degustaremos los deliciosos croissants, propios de esta ciudad.


A las diez iremos dando un breve paseo a la catedral de Notre-Dame que podremos visitar con mucha tranquilidad. Está situada en la famosa Ile de la Cité, en medio del río Sena. Es una catedral hermosa, grande e imponente, y su estilo es fácilmente reconocible. La película de Notre-Dame se inspiró en esta catedral por lo que a vuestros hijos les encantará verla.




Además tendremos la oportunidad de subir a los torreones desde donde se contempla una vista admirable de París y del río Sena,y desde donde se aprecian muy bien las gárgolas y las quimeras famosas de esta catedral.

Visitaremos la Saint-Chapelle a las doce del mediodía, pues según los expertos es la mejor hora ya que la luz solar es máxima y permite apreciar la belleza de las vidrieras. Para muchos turistas esto es lo mejor de París pues resulta alucinante ver las vidrieras que representan, sobre todo, escenas de la Biblia, con total claridad. Es difícil de explicar, pero merece la pena y no te defraudará en absoluto. El cementerio del Père-Lachaise es el cementerio más grande de París intramuros y uno de los más conocidos en el mundo. Está situado en el XX Distrito y tiene la peculiaridad de que muchos parisinos lo utilizan como si fuera un parque.

Disfrutaremos de uno de los paseos más agradables de París por las orillas del Río Sena y marcharemos camino al Musée D´Orsay, situado en una antigua estación de tren y dedicado a las artes plásticas del siglo XIX .Es especialmente famoso por sus fondos del impresionismo. Una gran oportunidad para todos los amantes del arte y también con los más pequeños que a través de talleres se acercarán a la pintura de esta época.

A la vuelta aprovecharemos para ver el palacio de Luxemburgo, con un tamaño colosal que a nadie deja indiferente.

Además, pasearemos por la plaza de la Sorbona, donde se encuentra la Universidad de París.

Ya de noche pasearemos por el Quartier Latin, el barrio Latino que es la zona de "marcha" de París, y que por las noches se convierte en el centro de atracción de la capital francesa. Allí elegiremos un restaurante, quizás un italiano para que los más pequeños disfruten y tendremos tiempo para dar una vuelta por esta zona tan animada que a vuestros hijos les encantará y a vosotros, por supuesto, también.


Regresaremos al hotel sobre las once de la noche pues hay que descansar para poder disfrutar todo lo posible el día siguiente en Disneyland París.